“Las empresas canarias son competitivas y lo volveremos a demostrar”.
Esa peculiar (y exitosa) forma de organización que la Asociación de Industriales de Canarias (ASINCA) y una alternancia regional periódica permite que Raúl García Pascual vuelva a colocarse a su frente, tras permanecer un año como número dos y la presidencia de Virgilio Correa. Los retos han cambiado porque los tiempos son también complejos y se preparan para lo que pueda suceder aunque lo hacen presumiendo de algunas señas de identidad que les son reconocidas por los canarios. Su proximidad al mercado que atienden, su concienciación con el medio ambiente, el empleo que generan…, juegan en su favor pero no es menos cierto que los nubarrones que se observan en el horizonte los pondrán de nuevo a prueba. Y, presumiblemente, sabrán estar a la altura de las exigencias.
¿Cómo se encuentra el sector industrial hoy?
Es un momento complejo en general pero también lo es, y mucho, para nosotros. Como decimos siempre, las industrias canarias están más perjudicadas que todas aquellas que se encuentren en territorios no ultraperiféricos. Hay factores globales, claro, que lo complican todo para todos pero es que aquí es más difícil. Las materias primas se han encarecido y esto es universal pero nuestra menor dimensión de empresas -en todos los órdenes, no solo en la industria- nos impide negociar con mejor margen. No podemos aprovechar economías de escala, que nos permitiría acaparar materias primas para resguardarnos de subidas de precios, nos daría una mejor capacidad de negociación o, lo que es primordial, un mejor suministro. Esto es una desventaja considerable. Otra circunstancia que conocemos bien; el coste del transporte marítimo, todos nuestros aprovisionamiento vienen por mar porque el aéreo es testimonial. Los precios se han incrementado entre el 50% y el 100% y algún transporte específico incluso un aumento del 400%. Esto nos coloca en una posición de desventaja. Como lo hace los costes energéticos o los de combustible, padecemos subidas similares a las de la península pero allí hay alternativas con las que aquí no contamos y nos hace perder competitividad. El gas natural es muy habitual en las industrias pero no aquí, cuenta con la ventaja de su mejor comportamiento medioambiental y su menor precio en comparación con el fuel oil. Esto nos perjudica todavía más.
Habla de algunos problemas que son estructurales y, por tanto, de complicada solución. Y hay otros que pueden mitigarse, ¿qué se plantea como reto en su periodo como Presidente Regional?
Me gusta aclarar que los problemas de las industrias son equivalentes a los existentes en otros territorios. Solo que aquí son aun peores. Y que, aun así, somos competitivos y lo demostramos con nuestras trayectorias, negocios que siguen manteniendo la actividad con el paso de los años. Estamos adaptados a estos problemas estructurales y los momentos que se avecinan nos obligarán a seguir haciéndolo, de eso que no quepa duda. Y desde ASINCA seguiremos manteniendo lo que ha funcionado en el pasado y atendiendo los problemas que puedan ir surgiendo. Para nosotros es primordial mantener la promoción del producto elaborado en Canarias, que lleva muchos años y cada vez hacemos más cosas en colaboración con el Gobierno en esta dirección. Es esencial poder dar a conocer las ventajas que tiene para el consumidor y otros operadores el invertir en el producto elaborado en las Islas. Somos algo más del 6,2% del PIB de Canarias, generamos 40 mil empleos directos y 120 mil indirectos por el efecto arrastre que tenemos en actividades que no siendo específicamente industriales, son necesarias en nuestra operativa. Somos de aquí, nos preocupan el mismo tipo de asunto que a los ciudadanos de esta tierra, por eso podemos afirmar que tenemos interiorizado el cuidado medioambiental de todas las actividades industriales. Tenemos ejemplos formidables de economía circular, de mejoras en nuestros procesos productivos para que sean compatibles con esa sensibilidad. Quien compra producto elaborado en Canarias está consumiendo producto de economía circular. Seguiremos conquistando a nuevos consumidores, sin duda. Pero, hablaba también de los operadores porque necesitamos una apuesta definitiva de toda la cadena de valor. Si los productos son competitivos, no debería haber problema con esto. Las Administraciones Públicas deben valorar nuestros aportes cuando abordan licitaciones, que somos eficientes trabajando la economía circular, que tenemos trabajadores mejor pagados, formados y estables que otras actividades o que aportamos una considerable cantidad en impuestos a las propias administraciones aunque quizás esto último es más complejo de incorporar. Otros sectores, como el hotelero, turístico, de ocio y restauración deben asumir que consumir producto local favorece la economía local. Tener especialistas, por ejemplo, de maquinarias industriales puede permitir que otros establecimientos con maquinarias también complejas no deban traer a nadie de fuera para su reparación. También pienso en el sector primario, donde ya se produce esa alianza con la industria; o la construcción, con procesos cada vez más industrializados. Y estaremos enfocados en mantener o mejorar las ventajas que ofrece la Unión Europea en forma de compensaciones por la ultraperificidad, todos los instrumentos fiscales, comerciales o subvenciones con los que se puedan contar para optimizar la ficha financiera. Desde ASINCA hacemos de forma continuada un trabajo riguroso que es reconocido por las administraciones que lo reciben.
Hay un asunto llamativo, hablamos de esa comunión entre la industria y el consumidor y nadie parece haber elevado la voz ante la desaparición de la refinería. ¿No ha faltado pulso ciudadano?
Es complicado. Podría haber sido más visible el malestar pero es cierto que cuando el argumento para la desaparición de esa actividad es el medio ambiente, es difícil. Pero se va y supone la pérdida de empleo estable y bien remunerado y toda la actividad colateral que generaba. Es verdad que antes de esto sufrió las consecuencias de las sobrecapacidad de refino en el mundo aunque ahora suceda lo contrario. El operador instalado habrá hecho sus estudios pero es una pena que no se hubiese podido trasladar la actividad de refino aunque mantenga la de almacenamiento.
¡Por imperativo legal! Pasamos de nuevo de industria de alto valor a servicios, presumiblemente de bajo valor añadido. Y no todos lo son pero parece que hemos renunciado a ellos. La pasividad social ha sido impresionante.
Por eso insistimos en lo de la visibilidad, que se vea lo que aporta la industria y que se valore lo que pierde si dejamos de estar. Somos valorados por las Administraciones Públicas, como comenté, por lo que aportamos, nuestros informes son rigurosos y están bien fundamentados. Ese reconocimiento debemos conseguir que sea también el de la población en general, que sea consciente de lo que suponemos. A veces se piensa en industrias y la imagen que se tiene es de una chimenea humeante, pero eso es el pasado, ahora hay mucho más. Las industrias están en procesos permanente de mejoras, las pocas que puedan verse en una situación así tienen un montón de medidas de reducción de emisiones y con sus licencias al día. Pero que es hay mucho más, hablamos de economía circular y tenemos algunas que son ejemplares, como el caso de una fábrica de vidrios cuya emisiones son trasladadas por un conducto a una empresa que se dedica a elaborar gas para usos alimentarios y sanitarios. Eso es motivo de orgullo, quitas emisiones y terminas con un producto final valorizado. Estoy seguro que si estas cosas se conocieran más, acabarían muchos prejuicios sobre estas actividades.
Hablemos del costo del transporte, una subvención que se dice que es del 100% pero que se hace en base a unos cálculos que parecen desactualizados.
Esta es una batalla interminable. Nosotros queremos conocer el método de cálculo de los costes tipo con el que se establecen las subvenciones a las mercancías hacia y desde Canarias. No los conocemos, se calculan en el Ministerio de Fomento. Hay una buena relación con la Delegación del Gobierno, nos hemos reunido y han tomado nota pero sin saber todavía esa información. Es clave para actualizar la subvención, por eso queremos conocer el método de cálculo y participar en su elaboración como usuarios especializados que somos y que contamos con mucha información. Ellos también la tienen porque la utilizan para la resolución de las compensaciones aunque no entra en el cálculo. Estamos viendo cómo resolvemos este asunto.
Nos acercamos a otro momento complejo en el que es probable que el consumidor priorice precio a calidad o procedencia. ¿Cómo lo afrontan?
De varias formas. La marca blanca de distribución va ganando cuota en toda España, no solo aquí. Pero, además, nosotros somos competitivos y seguiremos siéndolo aunque sea renunciando a margen y con nuestro saber hacer. En situaciones complicadas ya lo hemos hecho, no será la primera vez. Hay que ser imaginativos, hacerlo mejor sorteando obstáculos. Otra cosa es que debas o puedas ser el más barato, no siempre se puede. Canarias es un destino buenísimo para los fabricantes nacionales donde enviar productos que son excedentes de producción o el resultado de tener fábricas ociosas, sus productos más baratos los envían aquí. Contra eso no se puede luchar. Si eres competitivo, el consumidor te elegirá por razones diversas que no siempre son de precio y sí de calidad, cercanía o sensibilidad.
Claro, solo que parece que vamos a un escenario donde el precio adquiere nuevo protagonismo.
Leí una noticia en medios profesionales sobre la batalla entre fabricantes y cadenas de distribución, unos quieren subir los precios y los otros se rebelan. Esto provoca desabastecimiento. Por eso hablaba de cadena de valor, todos ponemos de nuestra parte porque formamos parte de un todo. Nosotros, el margen hasta donde sea posible. Esas cadenas de distribución obtienen sus márgenes en una amplia dotación de producto, así que tendrán que valorar qué deben reducir pero tendrán que repercutir parte. El consumidor, por su parte, tendrá también que seleccionar y no solo elegir lo que quiere hacer o a lo que tiene que renunciar.
Pedro Ortega está la frente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE). Procediendo de la industria, ¿tienen ventaja desde ASINCA?
Pedro es un compañero y amigo industrial que ha sido presidente en ASINCA y es un valor al que recurrimos con frecuencia. Tenemos una relación de muchos años y le tengo mucha estima, personal y profesionalmente, por lo que estoy encantado con su nuevo reto. Ahora, ¿va a beneficiarnos? Ya estuvo en el Gobierno como consejero de economía e industria y no lo hizo, se tenía que ocupar en la misma medida de todos los sectores económicos. Pero que sea un gran conocedor de la industria es, qué duda cabe, una gran ventaja.
Pedro Ortega llega y se va Agustín Manrique de Lara, cuya despedida fue todo un acontecimiento con el reconocimiento del empresariado grancanario. A partir de ahora, si sale todo como está previsto, se pondrá al frente del Comité Empresarial Iberoafricano y eso puede ser una noticia excelente.
No conozco los detalles y le consultaré en una próxima conversación con él. Que sea un canario el que lidere ese comité sí que puede ser una ventaja para las empresas e industrias canarias. Siempre hemos sido el nexo de unión entre tres continentes y Agustín puede ser quien le dé el definitivo espaldarazo a esto.
Terminamos hablando del REF, que siempre está en el alero y más ahora, demostrando que cuando las cosas se tuercen deja de ser tan útil como esperamos.
Siempre desde esta organización estamos valorando cómo evoluciona y ahora vemos que se quedan cortas las fichas financieras. Tenemos que ir a Bruselas a pedir que se actualicen pero también debemos hacerlo con actividades acogidas en nuestro REF o con algunas que están llegando ahora y que no lo estaban. Tiene que ser dinámico, que no nos compense solo en época de bonanza. Y tratar de conseguir que nuestras singularidades se reconozcan tanto en Canarias como en Europa, que sean conscientes de cómo nos afecta social, cultura y económicamente nuestra lejanía.
Entrevista a Raul García Pascual en La Gaveta Económica (01/08/22)